Las fragancias evolucionan permanentemente; las tendencias de la moda o la identificación con un producto exitoso, los gustos o la tecnología. Diversas circunstancias exigen proponer un cambio o repensar sus usos. Poseemos un amplio abanico de fragancias para distintas aplicaciones, desde medicamentos hasta otros, considerando que parte de los usuarios eligen un producto por su aroma (un desodorante personal o ambiental, un detergente, un jabón de tocador, un suavizante de ropa, un champú, etc.), demostrando la fortaleza del perfume en cada formulación.
Una fragancia agradable incrementa y estimula el uso de los productos de higiene personal y domisanitarios.